sábado, 13 de enero de 2018

CUANDO UNA TRANSGENERO SALE DEL CLOSET, SE ACABA TODO.




Las transgéneros desde muy corta edad sienten que han nacido en un cuerpo equivocado, por este motivo se sienten incomodas con sus partes genitales externas que no se ajustan a su identidad sexual interna.

Entre los 10 y 12 años de edad tienen plena conciencia de ser diferentes, esto les provoca vergüenza, insatisfacción e inadaptación al medio ambiente, algunas han intentado suicidarse en varias ocasiones, esto se muestra en las cicatrices que conservan en el cuello, en las articulaciones y en la zona del pecho.

Muchas de las transgéneros, son expulsadas del seno de la familia a los 13 o 14 años de edad, quedando completamente desamparadas, sin el apoyo de los suyos, lejos del hogar y sin preparación ni estudios. En este estado de orfandad y desesperación, luego de haber sobrevivido recogiendo desperdicios en basureros y pidiendo caridad, entre las 16 y 17 años, ingresan a la prostitución. Con todos los caminos cerrados no les queda más que pararse en una esquina y vender su cuerpo, que es el único bien que aun poseen.

Las transgéneros adultas instruyen a las novatas, a como realizar el trabajo sexual. Las mujeres transgénero son muy aguerridas, por esta razón siempre dan la cara cuando se trata de exigir respeto.

Los “desfiles del orgullo gay” son más bien “desfiles del orgullo transgénero”, la mayoría de gais prefieren mirar esta manifestación de lejos o a través de los noticieros de prensa, radio o televisión.

Los gais no se distinguen morfológicamente de los varones heterosexuales, quienes desean ser identificados socialmente como gais deben hacer mucho esfuerzo para llamar la atención.
Los gais que exhiben “pluma” (amaneramiento) también deben ser respetados.

Informante 4

Las transgéneros asumen su identidad a muy temprana edad, todas manifiestan sentirse mujeres desde que tienen uso de razón, esto les acarrea la pérdida de sus vínculos familiares y las conduce a padecer una marginalidad total en la escuela, en estos centros educativos, sus compañeros de aula la rechazan de todas las maneras posibles y hasta se niegan a sentarse junto a ellas.

Su identidad es mostrada públicamente entre los 14 y 18 años de edad. En la ciudad de Quito no existen ambientes específicos para la diversión y el flirteo del colectivo transgénero, a las transgéneros fastuosas y derrochadoras les admiten el ingreso a ciertas “discotecas gay”, las transgéneros pobres y macilentas tienen vedado el ingreso a todos los sitios de diversión, por esta desventaja, humilladas y resentidas terminan consumiendo licor en botaderos de basura, mezcladas entre inmundicias, moscas, perros callejeros, enfermos mentales, delincuentes, alcohólicos, drogadictos e indigentes. Esta manera de visibilizarse agranda el aborrecimiento de la sociedad hacia las mujeres transgénero.

Las mujeres transgénero, encuentran barreras invencibles, cuando construyen su biografía, estos escollos son el resultado de la acción excluyente de la sociedad. Ante el rechazo general, las perspectivas profesionales, económicas, sociales, afectivas, sexuales y familiares de las personas cambian conmovedoramente, en contra de sus proyectos de vida.

Informante 5

Las transgéneros desde la edad de 3, 4 o 5 años se dan cuenta de que se sienten mujeres, eso lo expresan en los juegos o en los papeles que asumen. Se identifican con el sexo contrario al de su nacimiento, en su forma de pensar y actuar.

Desde la niñez se ilusionan con carreras socialmente asignadas para las mujeres. Las personas salen del clóset entre los 15 y 20 años de edad, sin embargo hay transgéneros que nunca salen del clóset, pero por mucho que se oculten comenten errores y no es extraño verlas en estado de ebriedad o drogadas, desnudándose en la calle… ¡el espectáculo es horrendo y escandaliza a todo el mundo!.

Para las transgéneros secretas, la vida es un calvario que sobrellevan atiborrándose con literatura de autoayuda o alineándose a la reprimenda e intransigencia de alguna secta, ellas son las más implacables cuando se trata de condenar la diversidad sexual.

Informante 6

Los niños a partir de los 3 años, identifican esa incongruencia entre su anatomía y sus sentimientos. La transgénero es un ser humano, cuyo sentir difiere del sexo biológico y del género asignado socialmente, desde que tiene conciencia de estar vivo. Una persona con inconformidad de género es incómoda en todas partes, por este motivo algunas transgéneros prefieren vivir mezcladas entre gais. Los gais son predominantemente masculinos y la mayoría pasan desapercibidos ante la sociedad. A las transgéneros les gusta que las traten igual que a las mujeres. Para las transgéneros es imposible mantenerse ocultas. Los primeros cambios estéticos que visibilizan a las transgéneros se inician entre los 12 y 14 años de edad y se van acentuando con el pasar del tiempo.

Muchas transgéneros han iniciado su vida sexual con mujeres biológicas y como “en cuestiones de sexualidad humana nadie tiene la última palabra”, hay momentos en los cuales les apetece mantener relaciones sexuales con mujeres biológicas, esta mutabilidad deja boquiabierta a la sociedad que no comprende que la mente humana es infinita y no tiene barreas. Las barreras mentales son el resultado de los temores inculcados, de los prejuicios y la cobardía de las personas. En nuestra sociedad, las personas que se muestra desinhibidas son consideradas vulgares, impúdicas y vistas con mucho desagrado.

Informante 7

Las primeras señales de trangenerismo se dan en la niñez, a partir de los 4 años. A esa edad, los castigos de los padres, consejos de la familia y las visitas médicas no modifican nada. Si los padres no aceptan a sus hijos tal como son, los pierden para siempre, para algunos papás “una hija transgénero, es un hijo muerto”. La niñez es difícil, a una transgénero les gustan las cosas de las niñas, para los padres esto es devastador, pero ni a si las lleven al mejor médico, al mejor sicólogo, nadie las cambia, ni su familia, ni la crítica de la gente, ni el temor a la justicia ordinaria o a la justicia divina.

Las niñas transgéneros no suelen encajar en grandes grupos, especialmente con amigos de su propio sexo biológico. Crecen con un sentimiento de vergüenza internalizada, los padres empiezan a observar que se aíslan y pasan más tiempo solas, jugando con prendas femeninas, sus heroínas son las reinas de belleza, las bailarinas, las actrices, las cantantes, las modelos… todas mujeres.

La etapa de la pubertad y adolescencia es aún más crítica, la sexualidad se despierta y las transgéneros se confunden, no saben que son realmente, algunas huyen de la realidad consumiendo sustancias sicotrópicas y hasta tienen enamoradas para engañar a los demás y así pasar inadvertidas.

Cuando empiezan a tener conciencia de su situación, creen que son las únicas en el mundo, que son enfermas mentales, anormales y delincuentes dignas de ser expuestas en las páginas de la crónica roja. Siempre está en la mente de las transgéneros suicidarse.

El transgenerismo no está asociado a ninguna enfermedad mental, en Francia y en Suiza no es una patología, es simplemente una forma de vida diferente. Una enfermedad que no tiene tratamiento médico adecuado, mata al enfermo. El transgenerismo no es enfermedad y por lo tanto no mata a nadie.

La gente sale del clóset a partir de los 16 años de edad, salir del clóset es difícil, pero siempre hay alguien que les da un empujoncito, las jóvenes empiezan a hacerse cambios sencillos, como actuar como mujer maquillándose el rostro, desde allí empieza el problema, ese día marca el momento en el cual el mundo les cierra las puertas para siempre, ya no hay vuelta atrás, a partir de esa decisión empiezan a vivir la otra mitad de sus vidas, la de sobrevivir teniendo sobre sí la condena de todas las personas.

Informante 8

Los primeros signos de una niña transgénero se manifiestan al terminar la primera infancia. La adolescencia de las transgéneros es una pesadilla, para ellas enamorarse de alguien y no poder comunicar esos sentimientos es muy doloroso, desde ese momento experimentan una serie de renuncias y actos fallidos que termina volviéndolas neuróticas, frustradas, resentidas y llenas de odio para todo el mundo. Algunas transgéneros se visibilizan completamente a los 16 años de edad, mientras que otras prefieren permanecer ocultas por siempre, y para compensar sus fracasos deben fabricarse una obsesión compulsiva.

Hay transgéneros que se han construido un mundo de desvarío para no volverse locas, estas fantasías son “una especie de demencia”, en donde todo es mentira, viven acorazadas en un mundo de cuento, se inventan novios guapísimos, experiencias sexuales fascinantes, familias ilustres, viajes románticos a sitios paradisiacos, títulos de nobleza e inmensas fortunas, gracias a este mecanismo sabio de la mente, logran evadir el manicomio.

Informante 9

Desde los 4 años de edad empiezan a notar que tienen sentimientos de mujer, puesto que les gustan las cosas de las niñas y se identifican más con los roles de las hermanas que con los roles de los hermanos. En la adolescencia empiezan a practicarse los cambios físicos que van exteriorizando su identidad sexual. Todas las transgéneros tienen la convicción de pertenecer al sexo femenino, pero reconocen que las múltiples intervenciones quirúrgicas jamás las van a convertir en mujeres totales, por esta situación, muchas de ellas dejan en su identidad algún rasgo masculino, para que la gente pueda apreciar esa ambigüedad y no solo hable de las transgéneros, sino también analice y respete su caracterización.

Algunos varones heterosexuales se visten temporalmente de mujer, para ofrecer entretenimiento en teatros, discotecas o bares, estos “transformistas” no son “travestis” ni “transgéneros”, las mujeres transgénero se visten de mujer hasta para dormir. La vida de una mujer trangénero es un infierno, por estas circunstancias algunas de ellas en sus fantasías alcanzan el cielo, las que viven pregonando sus alucinaciones, se han ganado el apelativo de “locas“. Los dramas de estas féminas podrían hacer reír y llorar a toda la humanidad. Muchas mujeres transgénero, intentan debilitar a la vindicta pública, inventándose historias espantosas de incesto, pedofilia y violación, en las cuales ellas son las víctimas, en el fuero interno, toda transgénero sabe que su condición sexual es independiente de las invenciones y justificativos.

Informante 10

Se visibilizan desde los 14 años de edad, todo depende de donde vivan. Salir del clóset es muy complicado para las mujeres transgénero, si es hijo se teme que los padres lo rechacen, si es padre se teme que los hijos no lo acepten, si es casado se teme que la esposa pierda la razón y que los amigos se distancien horrorizados.

Muchos varones han iniciado su proceso de transgenerización, después de varios años de matrimonio y luego de haber engendrado a una numerosa prole, estos dramas familiares son desgarradores, ya que aun no se ha inventado una receta que mitigue el dolor familiar, especialmente en los hijos más pequeños. La mayoría de los hijos de las mujeres transgénero, vuelven a relacionarse afectivamente con sus padres biológicos, pero en esta nueva oportunidad los llaman como: “tía”, “prima” o “madrina”.

 Cuando una transgénero sale del clóset, se acaba todo, la familia, la reputación, el trabajo y los mejores amigos, debe empezar de nuevo, construyendo nuevas amistades y desarrollando mañas para sobrevivir. El proceso de aceptarse como transgénero es largo, puede durar hasta 10 años, durante este periodo de vacilación, muchas mujeres transgénero mantienen relaciones sexuales con hombres, con mujeres biológicas y a veces hasta con prostitutas. Las transgéneros que permanecen en el clóset son difíciles de ubicar, son muy cautelosas, jamás dan sus nombres, direcciones o datos que las delaten, las tarjetas de identificación que utilizan son fraguadas con ayuda de las tecnologías modernas. Las transgéneros ocultas por lo general no tienen problemas laborales de consideración, pero el costo emocional de no vivir como hubiesen querido vivir es demasiado alto, por eso sufren depresiones, viven perseguidas por sus propias privaciones, padeciendo hasta de alucinaciones.

Informante 11

Las transgéneros saben que son diferentes desde los 3 o 4 años de edad. La sociedad puritana prefiere creer que los niños y niñas son asexuados y sin orientación sexual, pero cuando a una mujer transgénero se le pregunta desde cuándo le gustan los hombres y desde cuándo se sintió mujer, la respuesta es siempre la misma: “desde el día en que nací”. En la adolescencia inician su transformación fisonómica y morfológica en condiciones muy peligrosas para la salud. En la escuela o en el colegio son víctimas de acoso escolar, esto les ocasiona cuadros depresivos, migrañas, aislamiento y bajo rendimiento académico, aquellas que no resisten estos maltratos abandonan los estudios o se suicidan. En los centros de enseñanza nadie detiene a los acosadores, la educación en valores es solo la grandilocuencia utilizada para disfrazar el bajo nivel académico de nuestro país. Mucha gente paranoica anda husmeando morbosamente el comportamiento de la gente, para detectar señales de transgenerismo u homosexualidad, sí es que la descubren empiezan a urdir planes para provocar daño físico y moral en las personas cuya privacidad han invadida. El ataque de homofóbicos y transfóbicos, también se dirige a las personas que políticamente apoyan las demandas de los gais, lesbianas, bisexuales y transgéneros.

Todas las personas entran en crisis de identidad cuando descubren que son diferentes a la norma establecida. La conciencia de poseer una identidad sexual maldecida por la sociedad, provoca en el ser humano un dolor imposible de describir, un duelo que destroza el alma, estos sentimientos desintegradores suelen ser superados en completo silencio. Cuando una transgénero se acepta, mejora su autoestima, que es fuente de seguridad y felicidad, sentimientos necesarios para un correcto desarrollo humano. Las mujeres transgénero que se aceptan y se valoran, tienen un gran sentido del humor y se deleitan parodiándose mutuamente, mediante la exageración de su aspecto físico, rasgos de personalidad o utilizando elegantemente metáforas, en las que se desnudan de sus fantasías, para dejar al descubierto sus debilidades. Las personas que desconocen las expresiones culturales de este colectivo, toman estas manifestaciones en forma textual, mal interpretando su intención.

Informante 12

No hay comentarios:

Publicar un comentario