¿Cómo afecta a las transgéneros el temor al rechazo, al momento de buscar un empleo?
En
gran medida las mujeres transgénero, tratan de presentarse bajo una
imagen concordante a su sexo biológico, por otro lado, hay un alto
porcentaje de mujeres trans que no intentan aplicar a puestos de trabajo
a los que acceden el común de las personas.
Informante 1
Las
transgéneros viven permanentemente hostigadas, rechazadas y
vilipendiadas. Las burlas y comentarios perniciosos terminan dañándolas
sicológicamente, esto las conduce a una autodiscriminación. El temor al
rechazo no les permite la formación de un plan de vida real y a largo
plazo.
Informante 4
El
temor al rechazo se origina en la baja autoestima, la falta de
educación, la depresión y la inseguridad. Algunas transgéneros viven en
la desocupación, arrimadas a sus familiares, esta situación les genera
dependencia, resentimiento, insatisfacción y neurosis. Algunas
transgéneros tienen pánico a las entrevistas laborales, porque saben por
experiencia propia o ajena que los ambientes pequeños y formales son
los más conservadores.
Informante 5
Les afecta gravemente. El temor al rechazo inhibe la creatividad de las personas, disminuyendo su productividad y su vigor. Una persona rechazada, pierde su deseo de vivir y es más proclive a caer en la desadaptación y el vicio.
El rechazo que reciben una persona por ser diferente, es un ejercicio perverso, pero sí la persona rechazada es capaz de mirarse a sí misma y aceptarse como es, en lo bueno y en lo malo, se ha entregado a un ejercicio necesario para ser feliz. La gente que no se acepta a sí misma, tampoco acepta a otras personas y se comporta como un ser amargado y cruel.
Informante 6
El temor al rechazo roba gran cantidad de energía, dejando a las transgéneros exhaustas, esto les provoca comportamientos contraproducentes y autodestructivos. Las personas que han sido aisladas por efectos del rechazo social, poseen destrezas sociales pobres y no son competitivas.
Informante 7
El rechazo las acobarda al momento de buscar formas de subsistencia. Muchas transgéneros tienen pánico escénico, ya que no se pueden mostrar al público sin ser objeto de burla o agresión. En Ecuador, Bolivia, Honduras, Haití y Nicaragua la comunidad transgenerista es el colectivo más injuriado, por esta causa muchas mujeres transgénero sobrevive en estado de desocupación involuntaria. Las mujeres transgénero que han alcanzado un alto grado de madurez emocional, subestiman el ataque de las personas y lo recuerdan como una simple anécdota, que al ser narrada con el humor transgénero, provoca carcajadas en los oyentes.
Informante 8
Afecta mucho, esta población es vista como pervertida. Las personas imaginadas como corrompidas son ahuyentadas en forma directa o subrepticia de todo lado, por este motivo las transgéneros sienten recelo por las entrevistas de trabajo. Las transgéneros no son enfermas mentales, ya que no hay relación entre la identidad de género, la orientación sexual y los desórdenes mentales. El temor al rechazo afecta el desarrollo de la autoestima, las personas pierden sus sentimientos de seguridad emocional, pierden la fe en la buena voluntad de la gente y se autodiscriminan.
Informante 9
El temor al rechazo deja a una transgénero anonadada, fomentado comportamientos irracionales y dando lugar a la regresión y depresión. Las personas rechazas son extremadamente tímidas, tienen dificultades para expresar de manera coherente sus pensamientos y viven a la defensiva. El colectivo transgénero ha aprendido a vivir en medio de una sociedad fuertemente excluyente, desarrollando códigos propios, una nutrida jerga y un gran humor. Las mujeres transgénero son muy dinámicas y alegres, para ellas, reírse de si mismas, es una de las terapias utilizadas para afrontar problemas y hacerlos más pequeños.
Informante 10
El miedo al rechazo hace perder el control de la propia vida, por esta causa las transgéneros renuncian a su transcendencia. En Sudamérica, países como Ecuador y Bolivia son en donde se expresa mayor reprobación hacia el colectivo transgénero.
En medio de una sociedad que rechaza furiosamente a la diversidad sexual, existen las mujeres transgénero, sin la intención de reprobar a nadie y aspirando a ser felices bajo la consigna: “vive y deja vivir”.
Informante 11
El rechazo constante genera en la víctima inhibiciones, sentimiento de culpabilidad, resentimientos, sed de venganza, ira y una necesidad de huida que favorece a las adicciones.
Deberían existir centros médicos de recuperación emocional para borrar el pánico congelando en la memoria de las transgéneros, para que puedan pensar libremente en un proyecto laboral en el que ellas puedan desarrollarse, pues una persona rechazada vive con un sentimiento de culpabilidad indisoluble y con la extraña sensación de haber cometido un pecado imperdonable.
Las personas que son rechazadas, por tener características personales que no pueden cambiar, viven fuera de este mundo, alimentando sentimientos de dolor, odio o venganza.
Informante 12
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