"Según la Corte Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) el 80% de mujeres trans tiene una esperanza de vida de 38 años, esta cifra no solo responde a los asesinatos por odio y femicidios, tenemos que pensar la violencia se puede presentar de varias maneras, siendo a veces más sutil mediante formas distintas de discriminación y exclusión, todo es parte de un sistema de opresiones y violencia estructural que afectan a las personas trans y a las mujeres. Si no tengo una red familiar que me apoye o que me rechaza posiblemente no pueda acceder con facilidad a otros derechos; si llego a un sistema educativo que es hostil y no me protege contra la violencia, incluso lo fomenta, mi derecho a la educación se ve afectado por lo que muy probablemente se me dificulte en el futuro acceder a espacios laborales que me facilite una calidad de vida digna, si no accedo a un empleo y a una remuneración justa, difícilmente accederé a una salud de calidad; si tengo un sistema médico público que no cuenta con atención especializada en cuerpos como el mío y de contrario me patologiza, mi derecho a la vida y la salud se ve afectada; si no existe un sistema civil y judicial que reconozca mi identidad, toda estas vulneraciones y opresión sistémica, mi derecho a una vida libre de violencia y la posibilidad de acceder a justicia se nulifica. Todo este panorama, agregando el machismo y misoginia social, un sistema desigual y violento para las mujeres, lo femenino, los cuerpos feminizados, cuerpos y sexualidades contra hegemónicas, sustenta esta estadística."
Nua Elizabeth Fuentes
Activista Transfeminista
Activista Transfeminista
No hay comentarios:
Publicar un comentario